25 de agosto de 2013

Alimentos vacíos

Hoy hablaremos de las calorías vacías. Y empezaré definiendo este término.

Las calorías vacías son las que provienen de alimentos que por su composición solo suministran energía o calorías, principalmente en forma de azúcares, sin aportar ningún otro nutriente (proteínas, vitaminas, minerales…). Como  ejemplo de alimentos con calorías vacías tendríamos los refrescos, bebidas alcohólicas y golosinas.

He utilizado el término “alimento” para definir calorías vacías, ¿os parece contradictorio? ¿Qué es alimento y qué es nutriente?

Alimento, según el Código Alimentario Español (CAE) son: "todas las sustancias o productos de cualquier naturaleza, sólida o líquida, naturales o transformados, que por sus características, aplicaciones, componentes, preparación y estado de conservación, sean susceptibles de ser habitual e idóneamente utilizados con algunos de los siguientes fines:

  • Para la normal nutrición humana o como fruitivos.
  • Como producto dietético, en casos especiales de alimentación humana."
Nutrientes son las sustancias, energéticas o no, útiles para el metabolismo orgánico, que
constituyen los alimentos. Los energéticos se les conoce también como principios inmediatos (hidratos de carbono, grasas y proteínas). Los no energéticos serían el agua, los minerales y las vitaminas.
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Una vez hechas estas importantes aclaraciones me centraré en las bebidas analcohólicas, también conocidas como bebidas refrescantes.

La compra de bebidas refrescantes, supone una parte importante del gasto total, en una familia española. Se puede elegir entre una inmensa variedad de productos y marcas.

El consumo de estas bebidas no solo atiende a una necesidad fisiológica de sed, sino que su consumo va ligado en parte con el ocio, la cultura y la relación con otros individuos. Lo que viene a ser el factor socio-cultural.

Si el gasto en este tipo de bebidas es tan elevado, es lógico que haya un gran interés por parte de las industrias por seguir fomentando su ingesta y consumo, valiéndose de todas las “artimañas” posibles para presentarnos estos alimentos como imprescindibles en nuestra dieta. Y tengo que decir que lo hacen bien, muy bien. ¿Quién no desea moverse en el lado de la vida?
Se valen de grandes proyectos de “Responsabilidad Social”, de grandes campañas de colaboración en pro de una alimentación saludable, campañas conjuntas con departamentos Gubernamentales. ¿Quién gana con todo este circo?
Nuestra salud, desde luego, NO. Y como nuestro objetivo es recuperar y mantener la salud, nos divertiremos y disfrutaremos con sus spots publicitarios sin olvidar que los refrescos, son preparados de agua potable, anhídrido carbónico opcional, azúcares  y edulcorantes artificiales (si son light), agentes aromáticos y otros aditivos autorizados (que no quiere decir que sean saludables). Que si su contenido en azúcares supera el 6% aportarán más de 240 kcal/l. y  aunque su ingesta puede tener un carácter social o de ocio, no hay que olvidar que la principal función de las bebidas es rehidratar el organismo para paliar las pérdidas sufridas; pero si el contenido en azúcares supera el 7%, disminuye el poder de hidratación de las bebidas y, por tanto, ésta pierde la facultad de saciar la sed, con lo que se seguirá bebiendo.

Para terminar os dejo un link muy interesante. ¡Disfrutad y aprovechad su lectura!

http://www.jornada.unam.mx/2013/04/16/opinion/036o1eco