17 de agosto de 2013

Dos principios importantes en Nutrición

Es conveniente argumentar el porqué de estas frases que, probablemente, estéis cansados de leer y escuchar. “Hay que alimentarse de todos los grupos de nutrientes”, “Hay que comer de todos los colores” y  “Una dieta equilibradamente saludable es la que aporta gran variedad de alimentos de todos los grupos”.

Pues bien, en nutrición existen dos principios importantes:

- Ley de Isodinamia.

- Ley del Mínimo.

La Ley de Isodinamia  enunciada por Rubner, establecía que los nutrientes de los alimentos pueden sustituirse según sus calores de combustión. Esta ley tiene una serie de limitaciones.

•             Los nutrientes tienen otras funciones distintas además de ser energéticos.
•             Se podrán intercambiar cuantitativamente pero no cualitativamente.
•             Esta ley no considera la importante función de las vitaminas, minerales, aminoácidos esenciales.

La Ley del Mínimo establece que el valor nutritivo de una ración viene determinado por el factor nutritivo presente en proporciones adecuadas y se encuentre al mínimo, esto es, al menos se necesitan unas cantidades básicas de cada nutriente para que funcionen adecuadamente las cadenas metabólicas.

La ley del Mínimo de Liebig dice que el nutriente que se encuentra menos disponible es el que limita la producción, aun cuando los demás estén en cantidades suficientes.


El elemento menos disponible limita la producción (en este caso potasio [K]).

Las ingestas recomendadas o requerimientos dietéticos son las cantidades necesarias de cada nutriente para satisfacer los requerimientos humanos, es decir, ese nutriente tiene que estar como mínimo en esa cantidad.

Pondré un ejemplo:
Si necesitamos 60 gr. diarios de Vitamina C, en la ingesta recomendada, tendremos que consumir al menos 60 gr. de dicha Vitamina, aunque podemos consumir más.

Deducimos que el organismo se provee de energía de diversos alimentos. Necesitamos aportar a nuestro organismo los elementos necesarios para la remodelación de su estructura (el organismo renueva continuamente sus tejidos de manera diferente según las distintas etapas de la vida). Cuando este aporte falla en cantidad y calidad comenzamos a gastar nuestras reservas, constituidas fundamentalmente por el glucógeno hepático y muscular, y por la grasa del tejido adiposo. Prolongar esta situación es alterar el metabolismo tisular y en consecuencia provocar trastornos celulares de gravedad que nos llevarán a un bajo rendimiento. Muchas de las características de los pueblos, consideradas como raciales, no son sino consecuencia de la inapropiada alimentación mantenida en el tiempo, con tendencia a desaparecer tan pronto como esta vaya mejorando.

La alimentación es sin duda, un factor esencial para garantizar la salud, el correcto funcionamiento físico e intelectual, rendimiento  y productividad de las personas, crecimiento y reproducción, morbilidad y mortalidad.


Sin duda constituye un problema de salubridad colectivo, tanto por su defecto como por su exceso. Me atrevería a decir, que el más importante para el ser humano actualmente, junto con el estrés. Este último merece  capítulo aparte.