Es conveniente argumentar el porqué de estas frases que, probablemente, estéis cansados de leer y escuchar. “Hay que alimentarse de
todos los grupos de nutrientes”, “Hay que comer de todos los colores” y “Una
dieta equilibradamente saludable es la que aporta gran variedad de alimentos de
todos los grupos”.
Pues bien, en nutrición existen dos principios importantes:
- Ley de Isodinamia.
- Ley del Mínimo.
La Ley de Isodinamia enunciada por Rubner, establecía que los
nutrientes de los alimentos pueden sustituirse según sus calores de combustión.
Esta ley tiene una serie de limitaciones.
• Los
nutrientes tienen otras funciones distintas además de ser energéticos.
• Se podrán
intercambiar cuantitativamente pero no cualitativamente.
• Esta ley
no considera la importante función de las vitaminas, minerales, aminoácidos
esenciales.
La Ley del Mínimo establece que el valor nutritivo de una
ración viene determinado por el factor nutritivo presente en proporciones
adecuadas y se encuentre al mínimo, esto es, al menos se necesitan unas
cantidades básicas de cada nutriente para que funcionen adecuadamente las
cadenas metabólicas.
La ley del Mínimo de Liebig dice que el nutriente que se
encuentra menos disponible es el que limita la producción, aun cuando los demás estén en cantidades
suficientes.
El elemento menos disponible limita la producción (en este caso potasio [K]).
Las ingestas recomendadas o requerimientos dietéticos son
las cantidades necesarias de cada nutriente para satisfacer los requerimientos
humanos, es decir, ese nutriente tiene que estar como mínimo en esa cantidad.
Pondré un ejemplo:
Si necesitamos 60 gr. diarios
de Vitamina C, en la ingesta recomendada, tendremos que consumir al menos 60 gr.
de dicha Vitamina, aunque podemos consumir más.
Deducimos que el organismo se provee de energía de diversos
alimentos. Necesitamos aportar a nuestro organismo los elementos necesarios
para la remodelación de su estructura (el organismo renueva continuamente sus
tejidos de manera diferente según las distintas etapas de la vida). Cuando este
aporte falla en cantidad y calidad comenzamos a gastar nuestras reservas,
constituidas fundamentalmente por el glucógeno hepático y muscular, y por la
grasa del tejido adiposo. Prolongar esta situación es alterar el metabolismo
tisular y en consecuencia provocar trastornos celulares de gravedad que nos
llevarán a un bajo rendimiento. Muchas
de las características de los pueblos, consideradas como raciales, no son sino
consecuencia de la inapropiada alimentación mantenida en el tiempo, con
tendencia a desaparecer tan pronto como esta vaya mejorando.
La alimentación es sin duda, un factor esencial para
garantizar la salud, el correcto funcionamiento físico e intelectual,
rendimiento y productividad de las
personas, crecimiento y reproducción, morbilidad y mortalidad.
Sin duda constituye un problema de salubridad colectivo, tanto por su defecto como por su exceso. Me atrevería a decir, que el más
importante para el ser humano actualmente, junto con el estrés. Este último
merece capítulo aparte.